Con este experimento se pretende acercar a los niños al mundo de la ciencia, llevando a cabo una reacción química con alimentos de cocina como son la sal de frutas y el vinagre. Al mezclar ambos alimentos se produce una reacción que genera un gas. Si esto lo hacemos en una botella y tapando esta por la boquilla con un globo, el gas expulsado hará que el globo se hinche, sin necesidad de hacer ningún esfuerzo físico.
Los pasos para llevar a cabo el experimento son:
1 Introducir vinagre en una botella de plástico.
2 Introducir sal de frutas en un globo.
3 Introducir la boquilla de la botella en el globo.
4 Vaciar el contenido del globo en la botella y presionar el globo en la boquilla para que no se suelte.
Esta
semana ha estado marcada por dos eventos: el primero de ellos la excursión al
Sacromonte del viernes 13 y por el “día del padre” jueves 19. Aunque a lo largo
de la semana se ha seguido trabajando con el libro del método con el que se
trabaja habitualmente, el libro de los números y de las letras, los días han
tenido una franja para dedicarle tiempo a cada una de las actividades
mencionadas anteriormente.
Durante
el miércoles y el jueves se explicó a los niños cómo vivían los hombres en
cuevas, como elaboraban sus propios utensilios y como subsistían en un entono
diferente al que hoy día todos estamos acostumbrados a hacerlo; eso sí, muy importante
diferenciando este hecho de la
prehistoria, de modo que queden claras las explicaciones sin mezclar conceptos.
Esto se ha explicado con la reproducción de vídeos, con el aprendizaje mutuo
mediante la lluvia de ideas en la asamblea y con la elaboración de dibujos. De
este modo la excursión se utiliza como un método de enriquecimiento y apoyo
visual y táctil vivido en primera persona de la temática sobre la que se
trabaja en clase. En la excursión se visualizó el museo del Sacromonte y al
final se les repartió una tabla con un folio a cada uno para que dibujaran lo
que más les había gustado del museo y se puso una caja con distintas plantas,
pétalos de colores y flores para colorearan su dibujo. Los niños estaban muy
asombrados de ver que se podía pintar con flores, por lo que a mi parecer la
actividad les resulto muy interesante.
El otro
acontecimiento que ha marcado los días de la semana (lunes, martes y miércoles)
ha sido la elaboración de un regalo para el día del padre (jueves 19). Por lo
tanto, el lunes tras realizar las fichas correspondientes al método se repartió
a los niños un dibujo en el que ponía felicidades papá para que lo colorearan.
Además se moldeó con arcilla de colores un llavero con forma de corazón en el
que se puso el nombre de cada niño y posteriormente se dejaron reposar para que
se secaran. El martes se escribió una poesía en pizarra digital que los niños
copiaron en una hoja de cuadrícula y seguido de la poesía cada niño hizo un
dibujo de él con su papa o con la persona que quisiera en el caso de que no
tenga papa o no viva con él. Después, verso a verso se iba repasando la poesía
para que los niños la memorizaran. El miércoles, tras las fichas, se ha
repasado la poesía en voz alta para ver si todos los niños se la sabían.
Posteriormente se han liado los llaveros en papel cebolla. Con el dibujo que se
hizo el lunes se ha hecho un sobre en el que se han introducido los llaveros
con lo que ya está el regalo preparado para llevárselo el día que corresponda.
Estos
dos eventos han sido muy importantes para mí; el de la excursión porque es la
primera vez que salgo de excursión con los niños en mi periodo de prácticas y
he podido comprobar en primera persona la importancia de mantener la atención
constantemente sobre todos y cada uno de los niños y la necesidad de hacer una
fila a la hora de avanzar hacia distintos puntos. También he comprendido la
necesidad de contar a todos los niños tras cada avance para mantener al grupo
unido. El segundo evento ha sido muy importante para mí por la gran cantidad de
actividades con las que te puedes enriquecer cuando se acerca algún evento que
rompe con la rutina diaria de la clase como es en este caso el “día del padre”.
Para llegar a la resolución de un conflicto, en primer lugar debemos entender qué es realmente. Un conflicto puede ser una confrontación de ideas, de pensamientos, de intereses o gustos que pueden ponerse de manifiesto entre dos individuos, dos grupos, o de un individuo frente a un grupo. Que exista un conflicto no quiere decir que automáticamente se produzca violencia; es por ello que cada conflicto se ha de resolver de manera muy diferente, no existiendo por tanto una forma única que englobe la totalidad de conflictos.
Según Doblás (2011), los conflictos o disputas en estas edades, suelen darse por las características propias de cada niño, por el egocentrismo o por la falta de empatía por no ser capaz de ponerse en el lugar del otro.
En cuanto a los conflictos que se producen en el aula
podemos destacar una serie que se repite con frecuencia. Por hacer una
clasificación los voy a dividir entre los que se producen en clase y los que se
producen en la hora del recreo. Los más habituales dentro de la clase son
pelearse y pegar, querer ser el segundo en la fila (ya que el primero es el
protagonista del día), querer el material escolar o el juguete que tiene otro
compañero, romper el material del aula, no querer trabajar cuando la maestra lo
indica, llorar porque no quieren comerse la merienda o romper lo que ha hecho
otro alumno (entran aquí sobre todo manualidades como figuras de plastilina o
arcilla.
Los
conflictos que se producen en la hora del patio, los más habituales y
repetitivos son pelearse, excluir a un niño de un grupo, insultar y decir
palabras malsonantes y quitarle a otro niño el objeto con el que está jugando.
Otros
conflictos que se dan más de vez en cuando es que un alumno llegue llorando por
la mañana y quiera irse con su papa o mamá o que un niño llore porque otro de
los alumnos celebra su cumpleaños y no lo ha invitado al evento.
La
forma de reaccionar de la maestra ante estos conflictos es muy diversa;
DENTRO DE CLASE:
-Cuando dos niños se pelean o se pegan:
Si se están pegando a los dos los coge y les dice que se
levanten y los ponen delante de toda la clase. Les pregunta que por qué se
están peleando y si no existe un culpable claro que haya provocado el
conflicto, castiga a ambos (sin participar si se trata de la asamblea, por
ejemplo). Les pide que recapaciten y cuando lo hagan ambos deben pedirse perdón
y darse un beso o un abrazo. Si en el conflicto se ha observado un claro
culpable, se le pide a éste una explicación de lo que ha hecho y se le castiga
a éste solamente. Cuando recapacite será él mismo quien debe ir a pedir perdón
al otro. Generalmente los niños se muestran enfadados y se dan cuenta que no
está bien lo que han hecho; rápidamente piden perdón para poder participar.
Yo en
este caso veo bien la actuación de la maestra, pero si esto no funcionara,
pondría como castigo recoger todo lo que haya en el suelo al final del día o
incluso darles un cepillo y recogedor si fuese necesario.
-Pelearse por querer
ser el segundo en la fila:
Cuando esto ocurre la maestra normalmente coge y
pone a los niños que se están peleando los últimos en la fila. Si ya había un
alumno el segundo y es el otro el que intenta colarse, será este el último de
la fila. A veces cuando son muchos los niños implicados en este conflicto, la
maestra indica quién será el segundo a modo de premio o bien por haber sido el
que más ha trabajado ese día, o el que mejor ha hecho la tarea o el que ha
tenido un comportamiento ejemplar. La reacción de los niños al ponerlos al
final de la fila es llorar o enfadarse y no querer dirigirte en un tiempo la
palabra.
Yo en
este caso como es una conducta que se repite muy frecuentemente, cogería al
responsable, que sería el primero y le diría que eligiera a sus dos amigos que
quiere que sea segundo y tercero.
-Querer el material escolar o juguete que tiene otro niño: Cuando esto ocurre la maestra
pregunta a los dos que quién lo ha cogido primero, si los dos están de acuerdo
en que ha sido uno de ellos, la maestra les dice que debe tenerlo el que lo ha
cogido primero y cuando pase un tiempo se lo pase al otro. Si ambos dicen que
lo han cogido primero la maestra opta por la opción de que o juegan los dos
juntos con el mismo juntos con el mismo juguete o lo quita y ninguno jugará con
él. En el caso del material escolar como puede ser pelearse por coger el
bicolor más grande la maestra pregunta que quién lo cogió primero y este lo
utilizará, si ambos siguen peleándose o no están de acuerdo en quién lo ha
cogido primero, la maestra se lo quitará y se lo dará a otro niño y pondrá en
su lugar dos de la misma medida. Aquí la reacción cuando le das a los dos otro
material igual y ese lo quitas es de conformismo. El problema está cuando lo
tenía uno y el otro lo quiere, al ver que no consigue lo que quiere,
normalmente se pone a llorar.
Yo en
este caso, si la conducta es muy repetitiva, cogería y le pondría como castigo
(en el caso de pelearse por el lápiz bicolor más largo) que durante dos días
tendrían que trabajar con el lápiz más pequeño.
-Romper el material escolar:
Cuando un niño rompe el material la maestra le pide al niño que se
levante y con el material roto en la mano, de modo que los demás niños de la
clase lo vean le pregunta al niño que por qué lo ha roto, después le pregunta
que si sabe que hay muchos niños en el mundo que les gustaría tenerlo y no
pueden e intenta con la conciencia hacer ver al niño que es un afortunado por
poder tener el material y a que sepa darle valor al material para que así no
vuelva a romper más. Siempre pone a los demás alumnos a observar esta
resolución del conflicto para que todos cojan conciencia. La reacción aquí es o
bien llorar o bien se llegan a sentir culpables por lo que han hecho, aunque lo
primero se da con más frecuencia.
Yo
además de la actuación de la maestra, que me parece muy adecuada, prohibiría
coger durante ese día otro material igual; por ejemplo si jugando con la
plastilina parte un niño o niña un cuchillo de moldear plastilina, le
prohibiría que cogiera otro que estuviera bien, de modo que solo podría jugar
con el cuchillo roto, para que se dé cuenta de la importancia del material.
-No querer trabajar
cuando la maestra lo indica:
La maestra le pregunta la causa de por qué no
quiere trabajar. Si no es por causa de enfermedad sino por ” flojera”, la maestra le dice al niño que si
ella no trabajara él o ella no aprendería ni a poner su nombre, ni aprendería
las letras ni los números… y finalmente sería un niño grande que no sabría
hacer nada; normalmente tras esto el niño suele trabajar. En algunos de los
casos la indiferencia es la mejor solución y hay niños que con decirle pues haz
lo que quieras, peor para ti, se ponen a trabajar. La reacción es que
normalmente tras la actuación de la maestra se ponen a trabajar, con más o
menos ánimo.
Yo creo
que una buena solución para evitar que se produzcan estas conductas sería tener
preparadas un montón de fichas que estén en un mueble para que los niños las
puedan ver. Las llamaría “FICHAS EXTRA”,
de modo que cuando un niño diga que no quiere trabajar o no se ponga cuando el
maestro o maestra lo indique, tendrá que llevarse una FICHA EXTRA a casa y traerla hecha a otro día por no haber querido
hacerla en su momento oportuno.
-Llorar porque no
quieren comerse la merienda:
La maestra cuando esto ocurre, la maestra se
sube en una silla o mesa y dice a los alumnos: atención “fulanito” no quiere
comer. ¿Por qué tiene que comerse la merienda? Y los niños van lanzando
respuestas de por qué debe comerse la merienda. Aquí a veces la maestra llega a
un acuerdo con ellos, por ejemplo le parte la mitad del bocadillo y le dice que
se coma solo una, con esta opción normalmente salen conformes las dos partes.
En
cuanto a este punto, veo muy adecuada este modo de resolver. Aportaría como
posible alternativa que cuando el niño no quiera comer le preguntaría a los
demás que quien quiere comerse la merienda de tal y cambiarla x la suya. De
entre los que quisieran, le diría al niño en cuestión que cogiera la que él
quisiera y de este modo se resolvería el conflicto.
-Romper lo que ha hecho otro alumno:
Cuando un alumno rompe lo que ha hecho otro alumno, la
maestra le explica que eso está muy mal y le pide que junto a ese niño vuelva a
recomponer lo que ha roto. De este modo se creará un trabajo de cooperación y
se eliminarán posibles rencillas entre estos dos alumnos. Si el alumno no
acepta y además sigue rompiendo frecuentemente el trabajo de otros alumnos, la
maestra cogerá delante de todos los niños y le romperá el suyo para que éste
compruebe el malestar que sienten sus compañeros cuando él lo hace y así
intentar eliminar la conducta. Normalmente e niño comienza negándose y se pone
a llorar, pero finalmente acceden.
Yo aquí
como aportación podría poner que otra alternativa sería que cuando un niño
rompa el trajo de otro, además de ayudarle a arreglarlo, tendrá que regalarle
el suyo y él hará uno nuevo, para que vea que es el doble de trabajo por su parte.
Ante
los conflictos que se producen en LA HORA DEL PATIO:
-Pelearse:
Cuando
dos niños se pelean en el patio, la maestra les pregunta que por qué se han
peleado, posteriormente los sienta al lado de ella y les pide que recapaciten y
que cuando no lo vayan a hacer más y se pidan perdón les da permiso para seguir
jugando. La primera reacción es enfadarse, aunque rápidamente acceden a pedir
perdón porque quieren seguir jugando. Por mi
parte me parece muy adecuada esta actuación.
-Excluir a un niño
del grupo:
Cuando un niño viene llorando porque los demás no lo dejan jugar
con ellos, la maestra va a donde se encuentran los otros y les pregunta que por
qué no lo dejan. Tras esto les explica que todos tenemos que ser amigos y que
todos podemos jugar con todos. Si estos no acceden la maestra hace que se
disuelva el grupo. Cuando se disuelve al grupo los niños finalmente acaban
jugando a otra cosa sin problema, al ver que la “regañina” es para todos,
ninguno se siente aludido en particular y por lo tanto acceden a cambiar de
actividad.
Yo
aquí, además de cómo actúa la maestra, al volver del recreo o a otro día,
sentaría a los niños que estaban jugando junto con el que no querían que jugara
con ellos en la misma mesa, para que estuvieran un día entero juntos y así
pudieran ver que es un compañero más.
-Insultar o decir
palabras malsonantes:
La maestra le dice que eso no se dice y les pone un
castigo como puede ser colocarse el último de la fila a la hora de entrar del
patio. Generalmente la reacción del niño es llorar o le dice a la maestra que
no lo dice más y que se le “ha escapado”.
Yo aquí
además de explicarle por qué no debe decir palabras feas, para compensar lo que
ha dicho le pediría que me dijera en ese momento diez palabras bonitas para que
se me quitara el enfado. (Previamente a principio de curso trabajaría con una
lista de palabras: cariño, amistad, compañerismo…)
-Quitarle a otro niño
el objeto con el que está jugando:
La maestra le regaña y le hace ver que
eso no está bien porque es “robar”. Para que un niño nos dé algo que tiene
primero hay que pedírselo y si este no accede pues habrá que buscar otro objeto
con el que jugar. Generalmente la respuesta del niño es cabrearse y llorar.
Yo veo
adecuada la actuación y como aportación podría ofrecer al niño alguna
alternativa para jugar con otro objeto o de otra forma y de este modo pueda
prescindir del objeto que está utilizando el otro niño.
El RINCÓN DE PENSAR consiste en pedir al
niño que vaya a algún lugar a pasar un rato en soledad, como un rincón
del aula,
o bien que se siente en una silla, apartado del grupo con la intención de que
"piense" si lo que ha hecho está bien o mal y por qué, además el niño
deberá de aportar alguna solución para compensar lo que ha hecho. Además en
algunas aulas de infantil, hay unas tarjetas con conductas buenas y malas, de
modo que el niño deberá buscar un dibujo que refleje la conducta por la que
está ahí y además deberá buscar en las conductas buenas lo que debe hacer para
compensar el daño causado. Por ejemplo puede haber tarjetas en las que se
representa un niño escupiendo, pegando, gritando… y otras en las que aparezca
un beso, un abrazo, compartir…
En
cuanto a la idea de si me parece bien o mal esta solución a los conflictos,
pienso que es algo muy relativo al contexto social en el que nos encontramos y
al nivel de madurez de los alumnos. Creo que un niño si puede llegar realmente
a saber que lo que ha hecho está mal y que no se debe de hacer, pero no creo
que sea algo a lo que los niños tengan respeto y por tanto podrían estar todo
el día entrando y saliendo del rincón sin ningún problema. En el caso de que
haya tarjetas identificativas, les puede llegar a parecer al niño incluso algo
divertido y por lo tanto no se supondrá ningún problema ir. Incluso habrá
quienes realicen conductas negativas a posta para ir. Sin embargo, si nos
encontramos con una clase de infantil de 4 o 5 años (lo veo absurdo en la de 3)
en el que todos tienen un nivel de desarrollo equilibrado y poseen unas
capacidades altas, sí sería una buena opción, ya que el niño aprendería a
recapacitar y trabajaría el pensamiento autónomo.
Insisto en que en todo momento en
que la maestra tiene que hacer saber que el niño está en el rincón por algo que
ha hecho que no debía haberlo hecho; por lo tanto lo bueno sería no estar en
ese lugar.
El corto de Pixar "El Puente", puede resultar muy útil para explicar a los niños la importancia de una resolución pacífica cuando se nos presenta un conflicto.